miércoles, 27 de octubre de 2010

DE ABRAZOS Y KARMA

Hoy iba a poner algo chistoso sobre la muerte del pulpo paul, del tipo de "Y ahora a quien acudirán los pobres apostadores empedernidos" u "hoy todas las marisquerías están de luto" jojojó, jijijí, pero no... no puedo dejar de pensar en algo que sucedió anoche, una insignificancia, que, sin embargo, me ha dejado un tanto mal.
La felicidad humana depende de cosas muy pequeñas, tanto como un abrazo. Es sólo un detalle, pero significa mucho para mí.
Hace tiempo tuve una pequeña fijación por evitar que la gente se suicidara, quizá tiene que ver con que, por alguna extraña razón, la gente cuando tenía alguna inclinación suicida iba y me la contaba, amigos y persoonas que había  conocido apenas y yo sentía que era mi deber salvarlos a todos, estaba en mi etapa de "el amor los salvará", sé que suena muy burdo si lo pongo de esa manera, pero en ese entonces yo en verdad lo creía y aún lo sigo creyendo, aunque ya no es el leitmotive de mis actos. prosigo. El caso es, que  yo siempre procuraba demostrarle mi afecto a mis amigos, amigas y seres vivos en general, mi afecto, no sólo para evitar que se suicidaran, sino para evitar en general que se sintieran solos o faltos de afecto, que supieran que tenían a alguien con quien contar. A veces decía "una sonrisa hace la diferencia" o "los abrazos son importantes", no demasiado, ya ven que eso de la cursilería no se me da. Y hoy me niegan un abrazo a mí.
Hoy día tengo una actitud muy contrastante con mi Yo de antaño, tengo un alto nivel de valeverguismo, que hace creer a veces hace creer a algunas personas que nada me interesa, que no tengo sentimientos profundos, que soy un superficial de lo peor. Y quizá tengan razón. A veces no siento ni mis  sentimientos, como dice la  canción, pero los quiero sentir. Soy un ser ávido por volver a sentir afecto, de sentir que soy humano. De sentir que soy quien era antes (Eso sí, sin dejar de ser el cínico de ahora)
Hoy le pedí a un amigo que me abrazara y no quiso. Quien conoce mi yo externo creerá que mi reacción sería:
 a) mentarle la madre
b) darme la vuelta y no paso nada, un suceso equis.
c) decirle que era una broma (pues así habría sido)
Pero no. Sólo le dije que estaba bien y cerré  la puerta, sin saber como reaccionar, osease como un pendejo. ¿Por qué? porque no era el Yo de afuera quien pedía un abrazo, era ese restito de humanidad que me queda y que día a día lucha por seguir existiendo quien pedía ese abrazo y ese yo  no sabe ni mentar madres, ni fingir, ni nada que mi otro yo domina muy bien, ese yo, sólo sabe regalar afecto y recibirlo, nada más. Es por eso que lo tengo escondido, porque es un perfecto inútil para asuntos prácticos.
Y vomité. Por lo general sólo vomito cuando tengo un ataque de ansiedad muy fuerte, pero creo que esto fue su equivalente. Estoy cannsado de dormir solo, extraño los brazos  de Otosama, sólo quería un abrazo para no pasar la noche tan mal, en las garras de la soledad  (cualquier similitud con la canción "vendedora de caricias" no es coincidencia, créanme, el principio es el mismo) y carajo no lo obtuve. Los abrazos no son caros, había alguien en USA o Canadá que los regalaba y hubo algunos que siguieron sus pasos en el resto del mundo.
Mi parte lógica me ha dicho hace antaño "no esperes que los demás te devuelvan lo que tu les estás dando, es más, no esperes nada en absoluto", es lógico, el karma o no existe o no es tan burdamente simple como nos han hecho creer: Las cosas que haces, podrán tener consecuencias, pero no se te devuelven en un fenómeno de la misma categoría moral  y/u ontológica. ¿Quieren que se las barajee más despacio, a mi muy particular y soez manera? No porque comas hamburguesas vas a cagar hamburguesas. Bueno sino quedo claro, otro día hablaremos de mis teorías kármicas. Ahora no estoy pensando con mi parte lógica, sino con mi ID, la parte que vela por mis necesidades básicas y ella dice "carajo, tu diste abrazos mucho tiempo, ahora te mereces uno", pero no porque lo mereciera lo obtuve, así que al diablo el karma o la noción popular del karma.
Lo que acabo de hacerme sentir como basura fue la estúpida razón aducida por la cual no podría abrazarme.
¿Quieren saber cual fue? No se pierdan la próxima entrada.